Desde el descubrimiento del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) a principios de la década de los 80’s, se ha buscado, sin éxito, el tratamiento que logre erradicarla o en su defecto, algún medicamento que contribuya en su prevención. Todo parece indicar que hoy más que nunca estamos más cerca de resultados satisfactorios.
A estas alturas todos sabemos que un diagnóstico positivo de VIH no es una sentencia de muerte. Sabemos también que la mejor manera de prevenir la transmisión de este virus es usando protección en cada una de nuestras relaciones sexuales. Pero ¿y si te dijera que en un futuro realmente cercano se espera la llegada de una vacuna que ayude a erradicar este virus?
Se ha dado a conocer que a más tardar en el 2023 entrará en circulación la primer vacuna que ofrece prevenir la infección por contagio de las diversas cepas del VIH. En un escenario ideal, esta medida reduciría en por lo menos un 60 por ciento la propagación de la pandemia.
En conjunto con los Institutos Nacionales de Salud de EUA y la Red de Ensayos de Vacunas contra VIH, el Centro de Investigaciones Tecnológicas, Biomédicas y Ambientales de Lima, Perú, arrancará este septiembre el estudio clínico llamado “Mosaico”, en el que tres mil 800 personas que viven con VIH se verán involucradas, en un programa que se llevará a cabo en 55 clínicas de nueve países.
La vacuna se aplicará en cuatro dosis a lo largo de un año, esto, enfocándose en sectores de alto riesgo, como lo son hombres que tienen sexo con otros hombres, transexuales y trabajadoras sexuales. Este estudio tendrá lugar en Argentina, Brasil, Perú, Polonia, España, Estados Unidos y México, de donde tendrán participación 125 personas provenientes de CdMx, Mérida, Guadalajara y Cuernavaca.
En este estudio, en el que también participará el Comando de Investigación y Desarrollo Médico del Ejército de EUA, la mitad de los pacientes recibirá placebo y la otra mitad, las cuatro dosis de la vacuna con una cepa Adenovirus serotipo 26 (AdVac), en la que se transportarán las proteínas y los antígenos que se activan con una respuesta inmunológica de larga duración. NO SE ESTÁ INYECTANDO EL VIRUS, solo pedacitos para que el cuerpo los identifique y los combata en caso de ser necesario, sin destruir las células.
Es importante resaltar que no se garantiza una protección del 100 por ciento, sino del 65 por ciento, aproximadamente, además de que no sustituye a otras herramientas de prevención igual o más importantes como lo son el uso correcto del condón y el PrEP.
Y por otro lado, hablando del PrEP otros científicos se muestran incluso más optimistas en el tema, ya que han informado de la posibilidad de eliminar la pandemia creada por el virus este mismo año, por medio de la aplicación de la píldora diaria a sectores de alto riesgo de contraer la infección. Con esto, los científicos del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EUA estiman que se reduzcan hasta en un 95 por ciento las probabilidades de continuar con la cadena de transmisión que ya afecta a más de 40 millones de personas.
Ninguno de estos programas tendrá mucho peso si la voluntad política y económica de los gobiernos con mayor influencia no deciden ponerle fin a la pandemia de una vez por todas, surtiendo del tratamiento necesario para todas aquellas personas que vivan con el virus, así como apoyando con PrEP a quienes vivan en riesgo.
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